BIZCOCHO TIERNO DE ARÁNDANOS

 Tengo mis adicciones, he de reconocerlo. ¡¿Y quién no?! No es para asustarse ni nada por el estilo, algún plato he roto en mi vida; en sentido real y figurado, jajajaja.
Vaaaa voy ha explicarme, no es cuestión de echarse las manos a la cara en plan "el Grito" versión emoticono (me encanta, siempre que puedo lo utilizo por el whatts).

 Soy más de no poderme resistir a cualquier tipo de "berries", vaya lo que son los frutos silvestres. ¡Hasta mi movil es una Blackberry!
Así que cuando estoy en una tienda o super y los veo en sus cajitas, ahí tan bien puestecitos.......aixxxxxxxx, acaban en mi nevera si es que no les he hechado mano por el camino. Es tan malo el ejemplo que debo de dar, que ahora mi hija sigue los pasos de su madre y como vea frambuesas frescas, se tira de cabeza.
¿A que no era para tanto? Ahora podréis entender por que hay mayoría de recetas en este blog donde salen cualquier tipo de esas deliciosas bayas.

La receta de hoy es genial para esos días de muchísimo calor en que no apetece tanto ingerir sólidos pero necesitas que tus críos vayan bien alimentados de buena mañana y les sea apetecible el desayuno. Se lo comerán sin darse cuenta. 

BIZCOCHO TIERNO DE ARÁNDANOS FRESCOS

Ingredientes:

• 1 1/2 taza de arándanos frescos
• 1 1/3 taza de harina
• 1 taza de azúcar
• 1/4 taza de mantequilla a temperatura ambiente
• 1 taza de buttermilk (1 taza de leche + 1 chda. vinagre de vino blanco, dejamos reposar 5 min.)
• 1/2 chta. de bicarbonato sódico
• 1/2 chta. de levadura en polvo
• 1/4 chta. de sal
• 1 chta. de extracto de vainilla (opcional)

Preparación:

 Tamizamos en un bol la harina, el bicarbonato, la levadura y la sal. Suavemente mezclemos un poco los ingredientes y dejamos que repose.

 Mientras en el recipiente de la batidora procedemos a mezclar la mantequilla con el azúcar. 

 Si no hemos comprado la buttermilk, (en el Lidl siempre tienen; la foto corresponde con la que hay en estos supermercados), la haremos tal como especifico en la tabla de ingredientes.

 Ahora iremos incorporando la mezcla seca intercalando con la buttermilk. De forma que haya tres tandas de la mezcla de harina. Y dejamos que se trabaje bien la masa entre una y otra incorporación.

 Añadimos la vainilla, si queremos que tenga un cierto aroma. Pero puede ir perfectamente sin.

 Es el turno de los arándanos que lavaremos y secaremos un trapo de cocina o papel y los agregaremos a la masa, mezclamos a mano con la ayuda de una espátula. 

 Forramos con papel de horneado el molde que vamos ha utilizar. Y vertemos la masa. Dejamos hornear a 180ºC unos 35 min. o hasta que al introducir un palillo en la masa salga sin mezcla húmeda adherido a él.

 Sacamos el bizcocho del horno y lo dejamos enfriar sobre la rejilla hasta que se atempere. 

 Luego desmoldamos y emplatamos. Yo lo he decorado espolvoreando un poco de azúcar glass y poniendo encima unos cuantos arándanos frescos que había reservado. Pero la forma en que podemos presentarlo es tan extensa como la imaginación de cada uno.