¡Qué mejor forma de empezar la semana, que poniendo un New York Cheesecake de buena mañana sobre la mesa para un genial desayuno!
Este pastel se ha convertido en un clásico de casa. De hecho es uno de los preferidos de mis hijos. En vez de con cerezas me lo piden de frambuesas. Y como madre, que más me da hacerlo con una cosa u otra.
La receta original que utilizo en este pastel de queso me la paso mi amiga María Villanueva en una reunión de amigos. Recuerdo que fui reacia a probarlo, ya que no soy muy amiga del queso. Pero "Por Diossssssssss" ¡¡¡¡¡Qué Buenííííííísimo!!!!!"
Así que le pedí que me la pasara y yo le añadí la capa de abajo y la de encima para que fuese mas al estilo New York.
Esta muy bueno si haces la receta tal cual me la pasó ella. Pero si eres más del contraste de sabores y texturas. Entonces se ha de probar por completo.
La galleta le da el "crunchi-crunchi", el pastel de queso con su textura y sabor suave que te envuelve el paladar y las frambuesas, cerezas o arándanos (según la fruta que se escoja) le dan ese toque que contrasta tan bien.
Bueno, si os decidís a realizarlo ya sabéis que podéis comentarme vuestras experiencias o dudas.
NEW YORK CHEESECAKE
Troceamos las galletas a mano para que quede algún grumo. Nos podemos ayudar con un tenedor o cuchara.
Las mezclamos con la mantequilla en pomada, el azúcar y la canela.
Cuando este mezclado de forma uniforme lo ponemos sobre la base del molde. Presionando un poco de forma que quede bien nivelado y lo ponemos en la nevera.
En
la batidora de vaso, ponemos todos los ingredientes del cheesecake. Y lo
batimos hasta que ya no quedan grumos.
Extraemos el molde de la nevera y vertemos la mezcla anterior sobre la capa de galleta prensada.
Horneamos a 180º C. unos 30 minutos aproximadamente. O cuando al introducir un palillo en la masa, este no tenga adherido masa húmeda.
Mientras que el pastel se está horneando, hacemos el frosting. Ponemos las cerezas en cazo a fuego medio, añadimos 200ml. de agua. La cantidad puede variar según el contenido en agua de la fruta. Rociamos unas gotas de zumo de limón para que conserve su color. Y removemos.
Cuando ya empiece ha estar algo caliente, le agregamos el azúcar glass y la maicena; tamizada previamente. Sin dejar de remover con una espátula de madera.
Por último, cuando la mezcla haya adquirido consistencia, Vamos espolvoreando y mezclando a la vez el agar-agar de poco a poco. Hay que tener en cuenta que cuando se enfríe al haber añadido este alga, actúa como gelificante y tomara consistencia. Depende de cómo queramos que quede añadiremos más o menos.
Cuando
saquemos el pastel del horno, lo colocamos sobre una rejilla unos 5 minutos.
Con la ayuda de un cuchillo separo el pastel de la parte interior del molde y retiro la superficie lateral del mismo.
Ahora con micho cuidado se retira la capa superior del pastel de forma que cortamos solo la fina capa superficial.
Volvemos a colocar la parte lateral del molde y vertemos encima del pastel el frosting de cerezas.
Reservamos en la nevera un mínimo de 4 horas.
El pastel de las fotos está con frambuesas. Como donde vivo en un poco difícil encontrarlas, no me quedo otra que recurrir a las congeladas. Ya sé que no es lo mismo pero sales del paso.
Espero que disfrutéis de él tanto como lo hacemos en casa.
Este pastel se ha convertido en un clásico de casa. De hecho es uno de los preferidos de mis hijos. En vez de con cerezas me lo piden de frambuesas. Y como madre, que más me da hacerlo con una cosa u otra.
La receta original que utilizo en este pastel de queso me la paso mi amiga María Villanueva en una reunión de amigos. Recuerdo que fui reacia a probarlo, ya que no soy muy amiga del queso. Pero "Por Diossssssssss" ¡¡¡¡¡Qué Buenííííííísimo!!!!!"
Así que le pedí que me la pasara y yo le añadí la capa de abajo y la de encima para que fuese mas al estilo New York.
Esta muy bueno si haces la receta tal cual me la pasó ella. Pero si eres más del contraste de sabores y texturas. Entonces se ha de probar por completo.
La galleta le da el "crunchi-crunchi", el pastel de queso con su textura y sabor suave que te envuelve el paladar y las frambuesas, cerezas o arándanos (según la fruta que se escoja) le dan ese toque que contrasta tan bien.
Bueno, si os decidís a realizarlo ya sabéis que podéis comentarme vuestras experiencias o dudas.
NEW YORK CHEESECAKE
Ingredientes:
Base
de Galleta:
- 1+ ½ taza de galletas Digestive
- 1/3 taza de azúcar de caña
- 5 chda. mantequilla en pomada
- Pizca de canela (opcional)
Cheesecake:
- 1 requesón ó 4 yogures blancos
- 1 tarrina de queso Philadelphia (200gr.)
- 4 Kiris
- 4 huevos
- 6 chda. de azúcar
- 3 chda. de maicena
Frosting de Cerezas:
- 350gr. de cerezas deshuesadas
- 2 chda. de maicena
- 2chda. de azúcar glass
- Zumo de limón
- Agua
Preparación:
Troceamos las galletas a mano para que quede algún grumo. Nos podemos ayudar con un tenedor o cuchara.
Las mezclamos con la mantequilla en pomada, el azúcar y la canela.
Cuando este mezclado de forma uniforme lo ponemos sobre la base del molde. Presionando un poco de forma que quede bien nivelado y lo ponemos en la nevera.
* Recomiendo
el tipo de molde Lékué. Es perfecto en repostería pero en especial en este tipo de pastel.
Extraemos el molde de la nevera y vertemos la mezcla anterior sobre la capa de galleta prensada.
Horneamos a 180º C. unos 30 minutos aproximadamente. O cuando al introducir un palillo en la masa, este no tenga adherido masa húmeda.
Mientras que el pastel se está horneando, hacemos el frosting. Ponemos las cerezas en cazo a fuego medio, añadimos 200ml. de agua. La cantidad puede variar según el contenido en agua de la fruta. Rociamos unas gotas de zumo de limón para que conserve su color. Y removemos.
Cuando ya empiece ha estar algo caliente, le agregamos el azúcar glass y la maicena; tamizada previamente. Sin dejar de remover con una espátula de madera.
Por último, cuando la mezcla haya adquirido consistencia, Vamos espolvoreando y mezclando a la vez el agar-agar de poco a poco. Hay que tener en cuenta que cuando se enfríe al haber añadido este alga, actúa como gelificante y tomara consistencia. Depende de cómo queramos que quede añadiremos más o menos.
Con la ayuda de un cuchillo separo el pastel de la parte interior del molde y retiro la superficie lateral del mismo.
Ahora con micho cuidado se retira la capa superior del pastel de forma que cortamos solo la fina capa superficial.
Volvemos a colocar la parte lateral del molde y vertemos encima del pastel el frosting de cerezas.
Reservamos en la nevera un mínimo de 4 horas.
Espero que disfrutéis de él tanto como lo hacemos en casa.
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